3 Formas de iluminar la cocina
Iluminar la cocina de forma correcta es casi tan importante como distribuirla de manera que hagamos de este espacio un lugar cómodo y funcional.
La iluminación en la cocina es fundamental, pues evitará problemas visuales a la hora de llevar a cabo las diversas tareas propias de esta estancia que, casi con absoluta certeza, serán muchas y muy variadas.
La clave para iluminar bien no es sólo elegir bien el tipo de luz, sino controlar la luz natural que incide en el espacio y saber cuáles son las zonas que necesitan una mayor o menor iluminación.
En el post de hoy descubrirás que posibilidades para iluminar la cocina existen, para que puedas plantear y proyectar estas formas en tu diseño de cocina.
Iluminar la cocina: ¿Qué posibilidades existen?
Luz general
Si hay una luz importante a la hora de iluminar la cocina es la luz general. No podemos quedarnos en comprar una lámpara que nos guste, sino que la luz de esa lámpara tiene que abordar el espacio en su totalidad, aunque luego tengamos que reforzarla con luces más específicas en según que zonas.
Lo primero que debemos valorar a la hora de elegir la luz general que vamos a colocar en nuestra cocina, será la cantidad de luz natural con la que contamos de por sí en el espacio, a más de luz natural, menos luz artificial necesitaremos.
Lo ideal es colocar una luz uniforme y regular que aborde toda la estancia, puedes hacerlo con una distribución equitativa de pequeños focos o lámparas grandes que proporcionen la cantidad de luz necesaria para iluminar la cocina.
Si tu techo es alto, aún puedes añadirlos con menos distancia entre ellos. Pero ten siempre en cuenta que, para que iluminen bien, deberán tener una apertura focal de al menos 60º, asegurándote así la buena distribución de la luz.
Luz funcional
Cuando ya tenemos fijada y controlada la luz general, debemos colocar luces funcionales, es decir, las que dirigen su luz a una zona concreta de la cocina: a la isla, a la encimera, a los cajones, a la placa de inducción…
Para colocar luces funcionales tenemos que detectar las zonas en las que incidimos en importancia. Sabemos dónde vamos a trabajar, dónde vamos a pasar más tiempo… es ahí donde se recomiendan luces funcionales que ayuden al desarrollo del trabajo.
Con esta luz facilitarás el desarrollo de las tareas, pues mejorarás la visión de determinadas zonas de acción de la cocina. También, cabe mencionar, que al tener luz funcional y luz general, puedes hacer uso de ellas de la forma que más te convenga, ahorrando en no tener que encenderlas todas a la vez para llevar a cabo alguna tarea.
Luz ambiental
Esta luz no es obligatoria. Hacer uso de ella es algo voluntario, pues su función es crear la atmósfera deseable en tu cocina en cuanto a iluminación.
Es una luz de diseño, no funcional, por lo que las posibilidades que abre en este campo es infinita. Puedes usarla en el interior de algún mueble con cristalera, sobre una isla decorativa…
Ya conoces las tres posibilidades más reseñables para iluminar la cocina, sin embargo, es importante tener en cuenta a la hora de elegir que forma de iluminación vamos a usar en nuestra cocina el ahorro en el tipo de luz en sí. ¿A qué nos referimos? A hacer uso de luces led, luces con una vida útil de unas 50.000 horas, con un funcionamiento inmediata y un consumo mínimo. Todo ventajas, ¿no crees?
Esto es importante, sobre todo teniendo en cuenta que la cocina es la estancia de tu casa que más energía consume con diferencia.
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